Después de una larga etapa de total desinformación sobre el detalle de la programación del segundo gran homenaje a Salvador Allende en democracia -el primero fue en septiembre de 2003- titulado Cien años, Mil Sueños, el que se realizará los días 7 y 8 de noviembre, por fin han aparecido, más o menos, destellos sobre los artistas confirmados y -lo más importante- el día en que se presentarán.Según la página oficial de la Fundación Salvador Allende, el viernes 7 de noviembre será la noche de artistas chilenos, en donde bandas como Quilapayún, Chancho en Piedra, Lucybell, Inti Illimani, Chinoy, Anita Tijoux, Manuel García, Javiera Parra, Illapu, Congreso,Los Miserables, Legua York, entre otros, compartirán escenario.
También actuarán los argentinos Pedro Aznar y Kevin Johansen, el brasilero Alejandro Filio y compartirán escenario Ana Belén y Victor Manuel. Todos ellos con una banda conjunta, reinterpretando temas emblemáticos de la época.
El sábado 8 de noviembre será la noche española, los artistas que subirán al Estadio Nacional son Juanes, Miguel Bosé, Joaquín Sabina, Ana Belén, Víctor Manuel, Ismael Serrano y Miguel Ríos. Los artistas españoles, según señala el citado portal, preparan una presentación especial conjunta para esta ocasión, en donde también participarán artistas nacionales.
Los valores de las localidades para el concierto son los siguientes:
Galería $ 5.000
Abono 2 días $ 8.000
Cancha B $ 5.000
Abono 2 días $ 8.000
Cancha A $10.000
Abono 2 días $ 18.000
Pacífico Lateral $10.000
Abono 2 días $18.000
Tribuna Andes $10.000
Abono 2 días $18.000
Pacífico Bajo $15.000
Abono 2 días $28.000
Pacífico Alto $20.000
Abono 2 días $38.000
Pacífico Medio $25.000
Abono 2 días $48.000
Venta de entradas a través de Ticketmaster y en la Fundación Salvador Allende, pero curiosamente, ahí sólo puedes comprar las entradas para galería.
Personalmente, me llama la atención el elevadísimo precio de las entradas y la inclusión de Juanes y Miguel Bosé.
El primero porque siempre ha tratado de declararse apolítico -además de demostrar una peligrosa cercanía con el gobierno de Álvaro Uribe-, señalando que no está de acuerdo con ningún partido político, declarándose de extremo centro. Y el segundo, qui en siquiera se inmutaba cuando venía a cantar al oficialista Festival de Viña en plena dictadura. En fin, only business.
