Me molesta demasiado que los pacos me persigan. Están en todas partes ahora. Te observan desde los edificios con teleobjetivos, te miran de forma poco prudente en medio de las marchas: incluso te filman en medio de obras de teatro callejeras, lo que de por sí es el colmo. Esto último ya rebalsó toda tolerancia más o menos soportable. Pasó el viernes pasado, en medio de las conmemoraciones por el sagrado día del teatro, institucionalización oportunista y en algunos casos inapropiada por parte de algunos, de esos que siempre aparecen en las fotos pero que pocas veces se asoman en momentos en donde se necesita de sus mentes abiertas y artísticas. Ese día, unos pacos comenzaron a filmarnos. Sí. Nos filmaban. La Vale me decía que la mayoría de la gente crítica con el Gran Hermano siente alguna identificación con estos actos culturares. Era un festín para los pacos. Los tenían a pasos de la Moneda, sentaditos y más encima riéndose de ellos mismos en su propia cara. Notable fue la participación de los pasallos Joliwod Broders, cuando le dicen a la cara a los pacos, que observaban con una seriedad notable, de esas que te daba miedo mientras tenías pesadillas a los cinco años, que hasta cuando seguían matando trabajadores. Uno se pregunta lo mismo: hasta cuando.
Porque esto no da para más. O sea, claro, puede que siempre queden años, incluso décadas, para seguir estirando un sistema que no tiene muchas vías de subsistencia, pero lo peligroso de ese penoso razonamiento, es que profundiza un estallido que nadie va a poder controlar.
Ten claro paco, que lees esto, pensando que puede ser un panfleto peligroso e incendiario: el sistema, u orden institucional democrático si prefieres, va a estallar, y tú, junto a la burocracia que te sustenta, van a ser los únicos responsables.
Porque esto no da para más. O sea, claro, puede que siempre queden años, incluso décadas, para seguir estirando un sistema que no tiene muchas vías de subsistencia, pero lo peligroso de ese penoso razonamiento, es que profundiza un estallido que nadie va a poder controlar.
Ten claro paco, que lees esto, pensando que puede ser un panfleto peligroso e incendiario: el sistema, u orden institucional democrático si prefieres, va a estallar, y tú, junto a la burocracia que te sustenta, van a ser los únicos responsables.