Mañana en Chile hay elecciones y todo indica que Sebastián Piñera, dueño de Chilevisión, canal que compró en 24 millones de dólares al grupo venezolano Cisneros -de paso ganándole el gallito a Agustín Edwards-, Lan Chile, Colo Colo, Bancard y con participación en infinidades de empresas en el país -incluso tuvo acciones en Farmacias Ahumada en medio del "escándalo" por la colusión de las famacias o cerca del 10% de Clínica Las Condes-, se perfila como el candidato que ganará la primera vuelta mañana domingo.El empresario, que se ha hecho millonario en base a especulación financiera, ha intentado desperfilarse de su electorado tradicional de derecha dura, apelando de forma muy básica en sus discursos elaborados por sus asesores comunicaciones a temas "valóricos", como la unión civil de homosexuales e, incluso, a improvisadas propuestas asistencialistas, como los bonos copy paste de Bachelet.
Sin embargo, su alma pinochetista, difuminada por sus asesores durante toda la campaña, por lo menos públicamente, es difícil que se borre en un poquito más de 10 años, tal como lo demuestra su acalarodo discurso en defensa de Pinochet, cuando fue detenido en Londrés por orden del juez Baltazar Garzón. Ocurrió el 28 de octubre de 1998, en un acto a favor de la "liberación" del ex dictador en Alonso de Córdova con Manquehue.
"Por un problema de principios, no podemos permitir que un juez español o de Mozambique se arrogue una jurisdicción que no le corresponde", fue una de sus innumerables frases para el bronce.
Revísalo a continuación.
