Misfits en Chile
21 de mayo de 2008
Estadio Víctor Jara
6 mil personas
No hay duda, la tarde del 21 de mayo fue una jornada extraña. Era la quinta vez que Misfits, la clásica banda de punk rock estadounidense nos visitaba. Pese a que se califique reiteradamente como “mula” la formación, que en parte puede ser cierto, curiosamente, es la más estable de las 3 que han sido parte de Misfits. Pensemos un poco.
La era Danzig –con Doyle y Only- duró de 1977 hasta 1983. Con la "resurrección", que parte en el 95, Graves al mando de las voces solamente permanece en la banda hasta el 2000, abandonándola junto a Dr Chud. La tercera reencarnación de la leyenda, que en un momento tuvo a Robo y Marky Ramone compartiendo los tarros e incluso al ramonero grabando un disco y girando por todo el mundo con la banda, ya lleva casi 8 años.
El problema, que creo que cualquier seguidor de Misfits ha notado es la falta de vocalista y de Doyle en la guitarra. Lo del vocalista tiene varias explicaciones. Una, la negativa de Danzig de reitegrarse a Misfits, que no tiene tanto que ver con que odie a Only, que en parte puede ser cierto, sino por nuevos rumbos artísticos, incompatibles con los tres acordes punkosos. Dos, el odio que le tiene el republicano Graves a Only –este es declarado-. Tres, la curiosa propuesta de Doyle en 2001, que presionó por incorporar a Stephanie Bellars en las voces de Misfits.
El rechazo de Only tuvo dos efectos negativos, incluso puede que tres: quedarse sin vocalista femenina, lo que habría sido una cosa extrañísima en una banda como Misfits, quedarse sin Doyle y además quedarse prácticamente sólo. Como dato anecdótico se puede mencionar que la idea de Doyle se materializó en Gorgeous Frankenstein, una extraña banda metalera que recientemente incorporó a Dr Chud en batería.
Lo que admiro de Only, pese a que todo el mundo lo odie repentinamente por esta última visita, es su convicción de no dejar morir a Misfits. Sin duda, esto se verá con el dilatado nuevo disco de la banda, que revitalizará o definitivamente hundirá a la leyenda de New Jersey. Pero vamos a la tocata.
Pese a que la gente tienda a idealizar las tocatas anteriores de la banda en cuanto a sonido y a formación, la única más o menos presentable es la del 2000, con Graves de frontman –el 98 lo reemplazó Mike Hydeous con una más que decepcionante interpretación-. El 2001 Misfits vino sin vocalista, cosa que Rockaxis y tanto sitio rockero malulo olvida, al igual que el 2003.
Mi recuerdo de la última visita fue penoso. El precio como siempre estaba barato, pero la mitad de la gente realizó la popular avalancha,, tan de moda ese año, arruinando la mayoría de los recitales de bandas extranjeras. Esa vez, Only fue un héroe, siguió tocando pese al caos generalizado, que incluía la estúpida acción de los pacos, que tiraban lacrimógenas como si estuviéramos en guerra. Ese día, no vi el final del show y necesitaba una revancha.
Porque, la impresión general trató de idealizar ese show, poniendo el no pagar, el destruir el recinto y la valentía de Only de seguir tocando como una expresión de punk rock en estado puro. Puede ser, pero eso es mejor dejarlo para un libro. No se puede disfrutar de un concierto de esa forma. Yo por lo menos no puedo.
Mientras espero en el Víctor Jara, ya pasadas las 5 de la tarde, me sorprende que inesperadamente comiencen a aparecer los teloneros y más encima, muy apurados en interpretar sus canciones. Tengo dos explicaciones a esto. Una, que la productora, viendo los incidentes de la tocata de El Último Ke Zierre, decidió partir –cosa extrañísima en estas tocatas- a la hora, tal como lo dice el lindo afiche del concierto. Incluso un grupo -Irradia- , creo que pidió disculpas por la puntualidad de su interpretación.
Todo era raro esa tarde. El público además, a diferencia de esa última tocata, no era exclusivamente punkie, habían “rockeros”, metaleros e incluso niños que no superaban los 13 años, disfrutando –seguramente- su primer concierto de estas características.
A las 6 en punto comienza a sonar por los parlantes la música de la película Halloween, esa clásica cinta de terror protagonizada por el enfermizo de Michael Myers. Jerry, cada vez más gordo pero con la misma actitud de siempre, se posa sobre el escenario con su clásico look de gárgola, junto a Robo, el baterista que grabó Earth A.D –que creo que es más importante que destacar que es colombiano como esbozan otras críticas- y tocó junto a Black Flag de forma esporádica, junto a Dez Cadena, el vocalista y guitarrista de Black Flag del disco Damaged. El estadio casi se cae abajo.
Only grita, levanta el puño y Robo da el inicio de Halloween.
El sonido ya se notaba defectuoso, pero no sé que tan malo habrá sido comparándolo con visitas anteriores de la banda. El grupo tocaba a mil por hora, como nos tienen acostumbrados desde que comenzaron esta tercera etapa, más ramonera y mucho más acelerada, siguiendo el ejemplo que iniciaron los Ramones en el Loco Live, el clásico disco en vivo de los Pinhead.
El que dice que no reconoció los temas es simplemente porque no los conoce. Curiosamente, Jerry estaba mucho más afinado que de costumbre, incluso, rememorando en algunas piezas la voz del mítico Glenn Danzig.
La tocata tuvo varios problemas anexos además de la productora, como, por ejemplo, la actitud estúpida e irracional de un grupo de imbéciles que insistía en escupir a Only en forma reiterada. ¿Habrá sido este un motivo para que la banda se retirara cuando llevaban a penas un poco más de una hora? “No me escupas, hijo de puta” –gritaba Only a final de una canción-.
La hora y cuarto que tocaron es engañosa. La banda tocó más de 30 canciones y de casi todas sus épocas, excluyendo las canciones de covers del Proyect 1950. Además de algunas de Black Flag, como Six Pack o Jelous Again.
Temas como Astro Zombies, Skulls, Attitude o la emotiva Some Kind of Hate, hicieron retumbar un repleto Estadio Víctor Jara, que vibró –por lo menos eso vi y sentí esa tarde- con cada una de las canciones. Se extrañó Scream y más temas del Famous Monsters, interpretando eso sí, la que abre el disco: Forbidden Zone.
Eran las 7:15 y el grupo se despedía. Lo triste fue que al salir, mucha gente viniera entrando, generándose una decepción generalizada, que seguramente gatilló el caos que quedó al final, que no vale la pena detallar acá. Lo que si vale la pena detallar es la pésima organización de la productora, que anuncia teloneros que parten antes de la hora señalada y además, la pésima ecualización del sonido, que no estuvo a la altura de una banda de esta importancia y trascendencia.
Puede Robo haya tenido algunas pifias y que Dez no tenga ni la presencia ni el desplante de Doyle en el escenario, pero pese a todo esto, para mi por lo menos, fue un buen concierto, en donde pude escuchar casi todos los clásicos de Misfits y ver, la que puede ser: la última gira de la banda.
Lamentó que mucha gente se perdiera parte del concierto, pero tampoco hay que engañarse, hace años que entrar a recitales punks con bandas famosillas es una odisea, por lo que llegar temprano y salir temprano –para evitarse guanacasos y lacrimógenas de los estúpidos de verde- se hace una obligación si quieres que la música sea lo protagónico en estas jornadas. Aguante Jerry, pese a todo, una buena tarde.
La era Danzig –con Doyle y Only- duró de 1977 hasta 1983. Con la "resurrección", que parte en el 95, Graves al mando de las voces solamente permanece en la banda hasta el 2000, abandonándola junto a Dr Chud. La tercera reencarnación de la leyenda, que en un momento tuvo a Robo y Marky Ramone compartiendo los tarros e incluso al ramonero grabando un disco y girando por todo el mundo con la banda, ya lleva casi 8 años.
El problema, que creo que cualquier seguidor de Misfits ha notado es la falta de vocalista y de Doyle en la guitarra. Lo del vocalista tiene varias explicaciones. Una, la negativa de Danzig de reitegrarse a Misfits, que no tiene tanto que ver con que odie a Only, que en parte puede ser cierto, sino por nuevos rumbos artísticos, incompatibles con los tres acordes punkosos. Dos, el odio que le tiene el republicano Graves a Only –este es declarado-. Tres, la curiosa propuesta de Doyle en 2001, que presionó por incorporar a Stephanie Bellars en las voces de Misfits.
El rechazo de Only tuvo dos efectos negativos, incluso puede que tres: quedarse sin vocalista femenina, lo que habría sido una cosa extrañísima en una banda como Misfits, quedarse sin Doyle y además quedarse prácticamente sólo. Como dato anecdótico se puede mencionar que la idea de Doyle se materializó en Gorgeous Frankenstein, una extraña banda metalera que recientemente incorporó a Dr Chud en batería.
Lo que admiro de Only, pese a que todo el mundo lo odie repentinamente por esta última visita, es su convicción de no dejar morir a Misfits. Sin duda, esto se verá con el dilatado nuevo disco de la banda, que revitalizará o definitivamente hundirá a la leyenda de New Jersey. Pero vamos a la tocata.
Pese a que la gente tienda a idealizar las tocatas anteriores de la banda en cuanto a sonido y a formación, la única más o menos presentable es la del 2000, con Graves de frontman –el 98 lo reemplazó Mike Hydeous con una más que decepcionante interpretación-. El 2001 Misfits vino sin vocalista, cosa que Rockaxis y tanto sitio rockero malulo olvida, al igual que el 2003.
Mi recuerdo de la última visita fue penoso. El precio como siempre estaba barato, pero la mitad de la gente realizó la popular avalancha,, tan de moda ese año, arruinando la mayoría de los recitales de bandas extranjeras. Esa vez, Only fue un héroe, siguió tocando pese al caos generalizado, que incluía la estúpida acción de los pacos, que tiraban lacrimógenas como si estuviéramos en guerra. Ese día, no vi el final del show y necesitaba una revancha.
Porque, la impresión general trató de idealizar ese show, poniendo el no pagar, el destruir el recinto y la valentía de Only de seguir tocando como una expresión de punk rock en estado puro. Puede ser, pero eso es mejor dejarlo para un libro. No se puede disfrutar de un concierto de esa forma. Yo por lo menos no puedo.
Mientras espero en el Víctor Jara, ya pasadas las 5 de la tarde, me sorprende que inesperadamente comiencen a aparecer los teloneros y más encima, muy apurados en interpretar sus canciones. Tengo dos explicaciones a esto. Una, que la productora, viendo los incidentes de la tocata de El Último Ke Zierre, decidió partir –cosa extrañísima en estas tocatas- a la hora, tal como lo dice el lindo afiche del concierto. Incluso un grupo -Irradia- , creo que pidió disculpas por la puntualidad de su interpretación.
Todo era raro esa tarde. El público además, a diferencia de esa última tocata, no era exclusivamente punkie, habían “rockeros”, metaleros e incluso niños que no superaban los 13 años, disfrutando –seguramente- su primer concierto de estas características.
A las 6 en punto comienza a sonar por los parlantes la música de la película Halloween, esa clásica cinta de terror protagonizada por el enfermizo de Michael Myers. Jerry, cada vez más gordo pero con la misma actitud de siempre, se posa sobre el escenario con su clásico look de gárgola, junto a Robo, el baterista que grabó Earth A.D –que creo que es más importante que destacar que es colombiano como esbozan otras críticas- y tocó junto a Black Flag de forma esporádica, junto a Dez Cadena, el vocalista y guitarrista de Black Flag del disco Damaged. El estadio casi se cae abajo.
Only grita, levanta el puño y Robo da el inicio de Halloween.
El sonido ya se notaba defectuoso, pero no sé que tan malo habrá sido comparándolo con visitas anteriores de la banda. El grupo tocaba a mil por hora, como nos tienen acostumbrados desde que comenzaron esta tercera etapa, más ramonera y mucho más acelerada, siguiendo el ejemplo que iniciaron los Ramones en el Loco Live, el clásico disco en vivo de los Pinhead.
El que dice que no reconoció los temas es simplemente porque no los conoce. Curiosamente, Jerry estaba mucho más afinado que de costumbre, incluso, rememorando en algunas piezas la voz del mítico Glenn Danzig.
La tocata tuvo varios problemas anexos además de la productora, como, por ejemplo, la actitud estúpida e irracional de un grupo de imbéciles que insistía en escupir a Only en forma reiterada. ¿Habrá sido este un motivo para que la banda se retirara cuando llevaban a penas un poco más de una hora? “No me escupas, hijo de puta” –gritaba Only a final de una canción-.
La hora y cuarto que tocaron es engañosa. La banda tocó más de 30 canciones y de casi todas sus épocas, excluyendo las canciones de covers del Proyect 1950. Además de algunas de Black Flag, como Six Pack o Jelous Again.
Temas como Astro Zombies, Skulls, Attitude o la emotiva Some Kind of Hate, hicieron retumbar un repleto Estadio Víctor Jara, que vibró –por lo menos eso vi y sentí esa tarde- con cada una de las canciones. Se extrañó Scream y más temas del Famous Monsters, interpretando eso sí, la que abre el disco: Forbidden Zone.
Eran las 7:15 y el grupo se despedía. Lo triste fue que al salir, mucha gente viniera entrando, generándose una decepción generalizada, que seguramente gatilló el caos que quedó al final, que no vale la pena detallar acá. Lo que si vale la pena detallar es la pésima organización de la productora, que anuncia teloneros que parten antes de la hora señalada y además, la pésima ecualización del sonido, que no estuvo a la altura de una banda de esta importancia y trascendencia.
Puede Robo haya tenido algunas pifias y que Dez no tenga ni la presencia ni el desplante de Doyle en el escenario, pero pese a todo esto, para mi por lo menos, fue un buen concierto, en donde pude escuchar casi todos los clásicos de Misfits y ver, la que puede ser: la última gira de la banda.
Lamentó que mucha gente se perdiera parte del concierto, pero tampoco hay que engañarse, hace años que entrar a recitales punks con bandas famosillas es una odisea, por lo que llegar temprano y salir temprano –para evitarse guanacasos y lacrimógenas de los estúpidos de verde- se hace una obligación si quieres que la música sea lo protagónico en estas jornadas. Aguante Jerry, pese a todo, una buena tarde.